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jueves, 24 de octubre de 2013

El profesor ateo y el Universitario

Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta.
-¿Dios creó todo lo que existe?
Un estudiante contestó valiente:
-Sí, lo hizo.
-¿Dios creó todo?
-Sí señor, respondió el joven.
El profesor contestó, -Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo. El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo:
-¿Puedo hacer una pregunta, profesor?
-Por supuesto, respondió el profesor.
El joven se puso de pie y preguntó:
-¿Profesor, existe el frío?
-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?
El muchacho respondió: -De hecho, señor, el frío no existe.
Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.
-Y, ¿existe la oscuridad?, continuó el estudiante.
El profesor respondió:
-Por supuesto.
El estudiante contestó:
-Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe.
La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio terminado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.
Finalmente, el joven preguntó al profesor:
-Señor, ¿existe el mal?
El profesor respondió:
-Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A lo que el estudiante respondió:
-El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.
Entonces el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado.
El nombre del joven era: Albert Einstein.

domingo, 20 de octubre de 2013

Gracias papa, por enseñarme lo pobres que somos




Un día un padre de una familia muy $ Rica $ llevó a su hija de viaje al campo con el firme propósito de mostrarle a su hijo la pobreza en que la gente puede vivir.

Pasaron un par de días en una granja de una familia “muy pobre”. Al regresar del viaje de , el padre le preguntó:

- Hija, ¿Qué te pareció el viaje?

-Fabuloso, papá.- Contesto la hija

-¿Te diste cuenta de cuan pobre puede ser la gente? –preguntó el papá.

-Oh, sí. -respondió la hija.

-Bueno y ¿qué aprendiste del viaje? -preguntó el papá.

-Me di cuenta que tenemos un perro y ellos cuatro. Una alberca que llega a la mitad de nuestro jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene límite. Iluminamos nuestro jardín con faroles importados, mas ellos tienen las estrellas por la noche. Nuestra terraza llega al patio del frente y ellos tienen todo el horizonte. Poseemos un pedazo pequeño de tierra para vivir y ellos campos que van más allá de lo que alcanza nuestra vista. Tenemos criados que nos sirven, pero ellos sirven a otros. Compramos nuestra comida y ellos cultivan la suya. Para protegernos tenemos cercas alrededor de nuestra propiedad, ellos tienen amigos que los protegen.

Con esta respuesta el padre del muchacho se quedó sin habla.

Entonces su hija le dijo a su papá:

- “Gracias, papá, por mostrarme lo pobres que somEos”



conclusion:

Muchas veces nos olvidamos de lo que tenemos y nos concentramos en lo que no tenemos. 
Esto nos lleva a reflexionar y preguntarnos que es lo que pasaría si todos le diéramos gracias a Dios por lo que generosamente nos ha dado, en vez de siempre querer más y más.

Agradezcamos a Dios por lo que nos ha dado ya que nadie mejor que el para saber lo que ecesitamos en realidad.


El Amor
En la selva amazónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad.
Era raro lo que tenían entre las piernas.
¿Te han cortado?- preguntó el hombre.
-No- dijo ella-Siempre ha sido así.
El la examinó de cerca. Se rascó la cabeza. Allí había una llaga abierta.
Dijo:-No comas yuca ni plátanos, ni ninguna fruta que se raje al madurar.
Yo te curaré. Échate en la hamaca y descansa-.
Ella obedeció.
Con paciencia tragó los mejunjes de hierbas y se dejó aplicar las pomadas y los ungüentos.

Tenía que apretar los dientes para no reírse, cuando él le decía:
-No te preocupes.
El juego le gustaba, aunque ya empezaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en una hamaca.
La memoria de las frutas le hacía agua la boca.
Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. Daba saltos de euforia y gritaba:
-¡Lo encontré! ¡Lo encontré!

Acababa de ver al mono curando una mona en la copa de un árbol.
-Es así- dijo el hombre aproximándose a la mujer.
Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas invadió el aire.
De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos...
 Y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.
Eduardo Galeano. Memoria del fuego